O Lutador

O Lutador *

Carlos Drummond de Andrade **
Lutar com palavras
é a luta mais vã.
Entanto lutamos
mal rompe a manhã.
São muitas, eu pouco.
Algumas, tão fortes
como o javali.
Não me julgo louco.
Se o fosse, teria
poder de encantá-las.
Mas lúcido e frio,
apareço e tento
apanhar algumas
para meu sustento
num dia de vida.
Deixam-se enlaçar,
tontas à carícia
e súbito fogem
e não há ameaça
e nem 3 há sevícia
que as traga de novo
ao centro da praça.

Insisto, solerte.
Busco persuadi-las.
Ser-lhes-ei escravo
de rara humildade.
Guardarei sigilo
de nosso comércio.
Na voz, nenhum travo
de zanga ou desgosto.
Sem me ouvir deslizam,
perpassam levíssimas
e viram-me o rosto.
Lutar com palavras
parece sem fruto.
Não têm carne e sangue…
Entretanto, luto.

Palavra, palavra
(digo exasperado),
se me desafias,
aceito o combate.
Quisera possuir-te
neste descampado,
sem roteiro de unha
ou marca de dente
nessa pele clara.
Preferes o amor
de uma posse impura
e que venha o gozo
da maior tortura.

Luto corpo a corpo,
luto todo o tempo,
sem maior proveito
que o da caça ao vento.
Não encontro vestes,
não seguro formas,
é fluido inimigo
que me dobra os músculos
e ri-se das normas
da boa peleja.

Iludo-me às vezes,
pressinto que a entrega
se consumará.
Já vejo palavras
em coro submisso,
esta me ofertando
seu velho calor,
aquela sua glória
feita de mistério,
outra seu desdém,
outra seu ciúme,
e um sapiente amor
me ensina a fruir
de cada palavra
a essência captada,
o sutil queixume.
Mas ai! é o instante
de entreabrir os olhos:
entre beijo e boca,
tudo se evapora.

O ciclo do dia
ora se conclui 8
e o inútil duelo
jamais se resolve.
O teu rosto belo,
ó palavra, esplende
na curva da noite
que toda me envolve.
Tamanha paixão
e nenhum pecúlio.
Cerradas as portas,
a luta prossegue
nas ruas do sono.

El luchador

El luchador

Carlos Drummond de Andrade
Lucha con palabras
es la lucha más vanidosa
Sin embargo, luchamos
Apenas se rompe la mañana
Hay demasiados, mi pequeño
Algunos, tan fuertes
Como el jabalí
No creo que esté loco
Si lo fuera, habría
poder encantarlos
Pero lúcido y frío
Aparto e intento
recoger algunos
para mi sustento
en un día de vida
Se dejaron atrapar
aficionado a la caricia
y de repente huir
y no hay amenaza
y no 3 hay sevidence
para traerlos de vuelta
al centro de la plaza

Insisto, deletrearlo
Busco persuadirlos
Seré un esclavo de ellos
de rara humildad
Lo mantendré callado
de nuestro comercio
En la voz, sin freno
de ira o disgusto
Sin escucharme deslizar
penetran muy bajo
y vieron mi cara
Lucha con palabras
Parece infructuoso
No tienen carne y sangre
Mientras tanto, peleo

Palabra, palabra
(Digo exasperado)
si me desafías
Acepto la pelea
Ojalá pudiera poseerte
en esta esfera
sin escritura de uñas
o marca de dientes
en esa piel clara
Prefieres el amor
de una posesión impura
y que venga el goce
de la mayor tortura

Cuerpo a mano
Peleo todo el tiempo
sin mayores beneficios
que la caza del viento
No puedo encontrar ningún chaleco
formas no seguros
es fluido enemigo
que dobla mis músculos
y reírse de las reglas
de la buena pelea

Me engaño a veces
Tengo la sensación de que la entrega
será consumado
Veo palabras
en coro sumisa
me está ofreciendo
tu viejo calor
esa gloria tuya
hecho de misterio
otro su desdén
otro tus celos
y un amor sabio
me enseña a disfrutar
de cada palabra
la esencia graste
los sutiles lloriqueos
¡Pero entonces! es el instante
Cómo abrir los ojos
entre besos y boca
todo se evapora

El ciclo del día
o concluye 8
y el duelo inútil
Nunca funciona
Tu hermosa cara
Oh palabra, esplendor
en el cambio de la noche
que todo me involucra
Qué pasión
y sin peculium
Las puertas están cerradas
la lucha continúa
en las calles del sueño

Composição: Carlos Drummond de Andrade