SportCruiser
I took a flying lesson on my 33rd birthday, instead of calling you
Or parking on the block where our old place used to be
Genesee, genesee, genesee
Pathetic, I know - but sometimes I still like to park on that street
And have lunch in the car just to feel close to you
I was once in love with my life here
In that studio apartment with you
Little yellow flowers on the tops of trees as our only view
Out of the only window
Big enough for me to see our future through
But it turned out I was the only one who could see it
Stupid apartment complex
Terrible you
You, who I wait for
You, you, you
Like a broken record stuck on loop
So that day, on my birthday, I thought
Something has to change
You can’t always be about waiting for you
Don’t tell anyone, but part of my reasoning
For taking the flight class, was this idea that if I could become my own navigator
The captain of the sky
That perhaps I could stop looking for direction
From you
Well, what started off as an idea on a whim
Has turned into something more
Too shy to explain to the owners that my first lesson was just a one-time thing
I’ve continued to go to classes each week
At the precious little strip off Santa Monica and Bundy
And everything was going fine
We were starting with dips and loops
And then something terrible happened
During my fourth lesson in the sky
My instructor, younger than I, but as tough as you
Instructed me to do a simple maneuverer
It’s not that I didn’t do it
But I was slow to lean the sports cruiser into a right hand upward turn
Scared, scared that I would lose control of the plane
Not tactfully and not gently
The instructor shook his head, and without looking at me said
You don’t trust yourself
I was horrified
Feeling as though I’d somehow been found out
Like he knew me
How weak I was
Of course, he was only talking about my ability as a pilot in the sky
But I knew it was meant for me to hear those words
For me, they held a deeper meaning
I didn’t trust myself
Not just 25, 000 feet above the coast of Malibu
But with anything
And I didn’t trust you
I could’ve said something but I was quiet
Because pilots aren’t like poets
They don’t make metaphors between life and the sky
In the midst of this mid-life, meltdown, navigational exercise in self-examination
I also decided to do something else I always wanted to do
Take sailing lessons in the vibrant bay of Marina del Ray
I signed up for the class as Elizabeth Grant
And nobody blinked an eye
So, why was I so sure that when I walked
Into the tiny shack on Valley Way, someone would say
You’re not a captain of a ship, or a master of the sky!
No, the fisherman didn’t care, and so neither did I
And for a brief moment, I felt more myself than ever before
Letting the self proclaimed drunkard captain’s lessons
Wash over me like the foamy tops of the sea
Midway through my forehead burned
And my hands raw from driving
The captain told me the most important thing I’d need to know on the sea
Never run the ship into irons
That’s nautical terms for not sailing the boat directly into the wind
In order to do that though, you have to know where the wind is coming from
And you might not have time to look up to the mast
Or up further to the weathervane
So you have to feel where the wind is coming from
On your cheeks, and by the tips of the white waves from which direction they’re rolling
To do this, he gave me an exercise
He told me to close my eyes, and asked me
To feel on my neck which way the wind was blowing
I already knew I was going to get it wrong
The wind is coming from everywhere, I feel it all over I told him
No, he said “the wind is coming from the left
The portside
I sat waiting for him to tell me You don’t trust yourself
But he didn’t, so I said it for him
“I don’t trust myself”
He laughed gentler than the pilot
But still not realising that my failure
In the exercise was hitting me at a much deeper lever
It’s not that you don’t trust yourself, he said
It’s simply that you’re not a captain
It isn’t what you do
Then he told me he wanted me to practise everyday so I would get better
Which grocery store do you go to? He asked
To the Ralphs in the Palisades, I replied
“Okay. When you’re in the Ralphs in the Palisades
I want you, as you're walking from your car to the store
To close your eyes, and feel which way the wind is blowing
Now, I don’t want you to look like a crazy person crouching
In the middle of the parking lot
But everywhere you go
I want you to try and find which way the wind is coming in from
And then, determine if it’s from the port or starboard side
So when you’re back on the boat you have a better sense of it”
I thought his advice was adorable
I could already picture myself in the parking lot
Squinting my eyes with perfect housewives looking on
I could picture myself growing a better sense of which way the wind was blowing
And as I did, a tiny bit of deeper trust also began to grow within myself
I thought of mentioning it
But I didn’t
Because captain’s aren’t like poets
They don’t make metaphors between sea and sky
And as I thought that to myself
I realized
That’s why I write
All this circumnavigating the earth
Was to get back to my life
Six trips to the Moon for my poetry to arise
I’m not a captain
I’m not a pilot
I write!
I write
Crucero deportivo
Tomé una lección de vuelo en mi 33 cumpleaños, en lugar de llamarte
O estacionar en la cuadra donde solía estar nuestro antiguo lugar
Genesee, Genesee, Genesee
Patético, lo sé - pero a veces todavía me gusta estacionar en esa calle
Y almorzar en el coche sólo para sentirse cerca de ti
Una vez estuve enamorado de mi vida aquí
En ese estudio contigo
Pequeñas flores amarillas en las copas de los árboles como nuestra única vista
Fuera de la única ventana
Lo suficientemente grande como para ver nuestro futuro a través de
Pero resultó que yo era el único que podía verlo
Estúpido complejo de apartamentos
Terrible
Tú, a quien espero
Tú, tú, tú
Como un disco roto atascado en el bucle
Así que ese día, en mi cumpleaños, pensé
Algo tiene que cambiar
No siempre puedes esperar por ti
No se lo digas a nadie, pero parte de mi razonamiento
Por tomar la clase de vuelo, ¿fue esta idea que si pudiera convertirme en mi propio navegante
El capitán del cielo
Que tal vez podría dejar de buscar dirección
De ti
Bueno, lo que empezó como una idea por capricho
Se ha convertido en algo más
Demasiado tímido para explicar a los propietarios que mi primera lección fue sólo una cosa de una sola vez
He seguido yendo a clases cada semana
En la preciosa pequeña tira de Santa Mónica y Bundy
Y todo iba bien
Empezábamos con salsas y bucles
Y entonces algo terrible sucedió
Durante mi cuarta lección en el cielo
Mi instructor, más joven que yo, pero tan duro como tú
Me instruyó para hacer una maniobra sencilla
No es que no lo haya hecho
Pero fui lento para inclinar el crucero deportivo en un giro hacia arriba a la derecha
Asustado, asustado de que perdiera el control del avión
No con tacto ni con suavidad
El instructor sacudió la cabeza, y sin mirarme dijo
No confías en ti mismo
Estaba horrorizada
Sintiendo como si de alguna manera me hubieran descubierto
Como si me conociera
Qué débil era
Por supuesto, sólo hablaba de mi habilidad como piloto en el cielo
Pero sabía que era para mí escuchar esas palabras
Para mí, tenían un significado más profundo
No confiaba en mí mismo
No sólo 25, 000 pies sobre la costa de Malibú
Pero con cualquier cosa
Y no confiaba en ti
Podría haber dicho algo, pero estaba callado
Porque los pilotos no son como los poetas
No hacen metáforas entre la vida y el cielo
En medio de esta mediana edad, derretimiento, ejercicio de navegación en autoexamen
También decidí hacer otra cosa que siempre quise hacer
Tome clases de vela en la vibrante bahía de Marina del Ray
Me inscribí en la clase como Elizabeth Grant
Y nadie pestañeó un ojo
Entonces, ¿por qué estaba tan seguro de que cuando caminé
En la pequeña choza de Valley Way, alguien diría
¡No eres un capitán de un barco, o un amo del cielo!
No, al pescador no le importaba, y a mí tampoco
Y por un breve momento, me sentí más que nunca
Dejando que el autoproclamado capitán borracho lecciones
Lávame como las copas espumosas del mar
A mitad de mi frente se quemó
Y mis manos crudas de conducir
El capitán me dijo lo más importante que necesitaría saber en el mar
Nunca corras el barco contra los hierros
Son términos náuticos para no navegar el barco directamente en el viento
Para hacer eso, sin embargo, hay que saber de dónde viene el viento
Y puede que no tengas tiempo de mirar hacia arriba al mástil
O más allá de la veleta
Así que tienes que sentir de dónde viene el viento
En tus mejillas, y por las puntas de las olas blancas desde qué dirección están rodando
Para hacer esto, me dio un ejercicio
Me dijo que cerrara los ojos, y me pidió
Sentirme en mi cuello por donde soplaba el viento
Ya sabía que iba a equivocarme
El viento viene de todas partes, lo siento por todas partes
No, dijo: «El viento viene de la izquierda
El puerto
Me senté esperando que me dijera que no confías en ti mismo
Pero no lo hizo, así que lo dije por él
No confío en mí mismo
Se rió más gentil que el piloto
Pero aún no se da cuenta de que mi fracaso
En el ejercicio estaba golpeándome en una palanca mucho más profunda
No es que no confíes en ti mismo, dijo
Es simplemente que no eres un capitán
No es lo que haces
Luego me dijo que quería que practicara todos los días para que mejorara
¿A qué tienda de comestibles vas? Preguntó
A los Ralphs en las Palisades, le respondí
De acuerdo. Cuando estás en los Ralphs en las Palisades
Te quiero, mientras caminas de tu auto a la tienda
Para cerrar los ojos, y sentir en qué dirección sopla el viento
Ahora, no quiero que luzcas como una persona loca agachada
En el medio del estacionamiento
Pero dondequiera que vayas
Quiero que intentes encontrar de dónde viene el viento
Y luego, determinar si es desde el babor o el lado de estribor
Así que cuando estás de vuelta en el barco tienes un mejor sentido de ello
Pensé que su consejo era adorable
Ya podría imaginarme en el estacionamiento
entrecerrar los ojos con las amas de casa perfectas mirando en
Podría imaginarme a mí mismo creciendo una mejor idea de por dónde soplaba el viento
Y como lo hice, un poco de confianza más profunda también comenzó a crecer dentro de mí mismo
Pensé en mencionarlo
Pero no lo hice
Porque los capitanes no son como los poetas
No hacen metáforas entre el mar y el cielo
Y como pensaba que para mí mismo
Me di cuenta
Por eso escribo
Todo esto circunnavegando por la tierra
Era volver a mi vida
Seis viajes a la Luna para que surja mi poesía
No soy capitán
No soy piloto
¡Escribo!
Escribo