Lado (a Lado)

Há gente que espera de olhar vazio
Na chuva, no frio, encostada ao mundo
A quem nada espanta
Nenhum gesto
Nem raiva ou protesto
Nem que o sol se vá perdendo lá ao fundo

Há restos de amor e de solidão
Na pele, no chão, na rua inquieta
Os dias são iguais já sem saudade
Nem vontade
Aprendendo a não querer mais do que o que resta

E a sonhar de olhos abertos
Nas paragens, nos desertos
A esperar de olhos fechados
Sem imagens de outros lados
A sonhar de olhos abertos
Sem viagens e regressos
Outro dia lado a lado

Há gente nas ruas que adormece
Que se esquece enquanto a noite vem
É gente que aprendeu que nada urge
Nada surge
Porque os dias são viagens de ninguém

A sonhar de olhos abertos
Nas paragens, nos desertos
A esperar de olhos fechados
Sem imagens de outros lados
A sonhar de olhos abertos
Sem viagens e regressos
A esperar de olhos fechados
Outro dia lado a lado

Aprende-se a calar a dor
A tremura, o rubor
O que sobra de paixão
Aprende-se a conter o gesto
A raiva, o protesto
E há um dia em que a alma
Nos rebenta nas mãos

De lado (a lado)

Hay gente que espera a mirar vacía En la lluvia, en el frío, apoyándose en el mundo A quien nada asombra ningún gesto ni ira ni protesta ni que el sol se pierda en el fondo Hay restos de amor y soledad en la piel, en el suelo, en la calle inquieta Los días ya son iguales Sin anhelar ni aprender a querer más de lo que Y soñar con los ojos abiertos En las paradas, en los desiertos esperando con los ojos cerrados No hay imágenes de otros lados Soñando con los ojos abiertos No hay viajes y regresa Otro día al lado del otro hay gente en las calles que se duermen quienes olvidan como llega la noche No los viajes soñando con los ojos abiertos en las paradas, en los desiertos Esperando con los ojos cerrados No hay imágenes de otros lados Soñando con los ojos abiertos No hay viajes y vueltas Esperando con los ojos cerrados Otro día al lado del otro aprendes a silenciar el dolor El temblor, el rubor Lo que queda de la pasión Aprendes a contener el gesto La rabia, la protesta Y hay un día en que el alma estalla en nuestras manos

Composição: Mafalda Veiga