Recantiga

E era as folhas espalhadas, muito recalcadas no correr do ano
A recolherem uma a uma por entre a caruma de volta ao ramo

E era à noite a trovoada que encheu na enxurrada aquela poça morta
De repente, em ricochete, a refazer-se em sete nuvens gota a gota

E, era de repente o rio, num só rodopio a subir o monte
E, a correr contra a corrente assim de trás para a frente a voltar à fonte

Um monte de cartas espalhadas des-desmoronando-se todo em castelo
E era linha duma vida sendo recolhida de volta ao novelo

E era aquelas coisas tontas, as afrontas que eu digo e que me arrependo
A voltarem para mim, como se assim tivessem remendo

E era eu, um passarinho caído no ninho à espera do fim
E eras tu, até que enfim, a voltar para mim

Descanción

Eran las hojas esparcidas, bien pisadas por el paso del año
Recogiéndose una a una entre la pinaza de vuelta al ramo

Era de noche la tormenta que llenó a borbotones aquel charco muerto
De repente, rebotando, rehaciéndose en siete nubes gota a gota

Era de repente el río, en un solo giro, subiendo el monte
Corriendo contra corriente así de atrás para adelante, volviendo a la fuente

Un monte de cartas esparcidas todas desdesmoronándose en un castillo
Era el hilo de una vida recogida de vuelta al ovillo

Eran aquellas cosas tontas, las afrentas que digo y luego me arrepiento
Volviendo para mi como sí así tuviesen remedio

Y era yo, un pájaro caído en el nido a la espera del final
Y eras tú hasta que, al final, volviste a mí

Composição: Miguel Araújo