180, 181 (catarse)
Há cento e oitenta dias
Num sono profundo
Profundamente em paz
Não de quem dorme
Nem de quem morre
Mas apenas está
Apenas está uma das metades
Num descanso horizontal
E a outra metade
Numa ausência mortal
Há cento e oitenta dias
Que me chamam de vegetal
Há cento e oitenta dias
Com a merda do cheiro a hospital
À minha volta a dor
Daqueles que por amor
Não perdem a esperança
Como a de uma criança
Que à lua quer chegar
Há cento e oitenta dias a hibernar
Valerá a pena despertar
A realidade terei de enfrentar
A realidade de quem acabou de matar
Apaguem as máquinas
Arranquem os fios
Assim como eu arranquei
A minha própria vida
Não carregarei nos ombros
O peso duma alma perdida
Apaguem as máquinas
Arranquem os fios
E neste último dia serei um cobarde
Um cobarde que teve o que merecia
Apaguem as máquinas
Arranquem os fios
Apaguem as máquinas
Arranquem os fios
Há cento e oitenta dias a hibernar
Valerá a pena despertar?
A realidade terei de enfrentar
A realidade de quem acabou de matar
180, 181 (catarsis)
Hace ciento ochenta días
En un sueño profundo
Profundamente en paz
No de los que duermen
Ni de los que mueren
Pero es sólo que
Sólo hay una de las mitades
En un descanso horizontal
Y la otra mitad
En ausencia mortal
Hace ciento ochenta días
Que me llaman vegetal
Hace ciento ochenta días
Con el olor sangriento del hospital
A mi alrededor el dolor
De aquellos que por amor
No pierden la esperanza
Como la de un niño
Que la luna quiere alcanzar
Ciento ochenta días de hibernación
Valdrá la pena despertarse
La realidad tendrá que enfrentar
La realidad del que acaba de matar
Apaguen las máquinas
Tire de los cables
Justo cuando lo robé
Mi propia vida
No voy a llevarlo sobre mis hombros
El peso de un alma perdida
Apaguen las máquinas
Tire de los cables
Y en este último día seré un cobarde
Un cobarde que obtuvo lo que se merecía
Apaguen las máquinas
Tire de los cables
Apaguen las máquinas
Tire de los cables
Ciento ochenta días de hibernación
¿Vale la pena despertarse?
La realidad tendrá que enfrentar
La realidad del que acaba de matar