Emma

Ema

Estábamos juntos desde que teníamos cinco años Ella era tan bonita Emma era una estrella en los ojos de todos y cuando ella dijo que sería una reina del cine Nadie se rió Una cara como un ángel Ella podría ser cualquier cosa Emmaline Emma, Emmaline Voy a escribir tu nombre en esa pantalla plateada Emmaline Emma, Emmaline Voy a hacerte el La estrella más grande que el mundo haya visto a los diecisiete años nos casamos yo trabajaría día y noche para ganar nuestro pan diario y cada día Emma salía buscando esa obra que nunca, nunca vino a su manera sabes que a veces llegaba a casa tan deprimida que la oía llorar en el cuarto de atrás. Recuerdo cuando tenía cinco años a las palabras que solían hacer que Emmaline cobrara vida era: «Emmaline, Emma, Emmaline, voy a escribir tu nombre en esa pantalla plateada. Emmaline, Emma, Emmaline voy a hacerte la estrella más grande que este mundo haya visto.» Fue una noche fría y oscura de diciembre cuando abrí la puerta del dormitorio para encontrarla acostada y fría sobre la cama Una carta de amor tirada en el piso del dormitorio decía: «Querida te amo, pero no puedo seguir viviendo de sueños nunca más. Traté de no dejarte sola. No puedo seguir intentándolo más». Emmalina... Aaaargh, Emmaline... Aaaargh... Emma, Emmaline... Aaaargh... Emma, Emmaline