O Mergulhador

Como, dentro do mar, libérrimos, os polvos
No líquido luar tateiam a coisa a vir
Assim, dentro do ar, meus lentos dedos loucos
Passeiam no teu corpo a te buscar-te a ti.

És a princípio doce plasma submarino
Flutuando ao sabor de súbitas correntes
Frias e quentes, substância estranha e íntima
De teor irreal e tato transparente.

Depois teu seio é a infância, duna mansa
Cheia de alísios, marco espectral do istmo
Onde, a nudez vestida só de lua branca
Eu ia mergulhar minha face já triste.

Nele soterro a mão como a cravei criança
Noutro seio de que me lembro, também pleno...
Mas não sei... o ímpeto deste é doído e espanta
O outro me dava vida, este me mete medo.

Toco uma a uma as doces glândulas em feixes
Com a sensação que tinha ao mergulhar os dedos
Na massa cintilante e convulsa de peixes
Retiradas ao mar nas grandes redes pensas.

E ponho-me a cismar… - mulher, como te expandes!
Que imensa és tu! maior que o mar, maior que a infância!
De coordenadas tais e horizontes tão grandes
Que assim imersa em amor és uma Atlântida!

Vem-me a vontade de matar em ti toda a poesia
Tenho-te em garra; olhas-me apenas; e ouço
No tato acelerar-se-me o sangue, na arritmia
Que faz meu corpo vil querer teu corpo moço.

E te amo, e te amo, e te amo, e te amo
Como o bicho feroz ama, a morder, a fêmea
Como o mar ao penhasco onde se atira insano
E onde a bramir se aplaca e a que retorna sempre.

Tenho-te e dou-me a ti válido e indissolúvel
Buscando a cada vez, entre tudo o que enerva
O imo do teu ser, o vórtice absoluto
Onde possa colher a grande flor da treva.

Amo-te os longos pés, ainda infantis e lentos
Na tua criação; amo-te as hastes tenras
Que sobem em suaves espirais adolescentes
E infinitas, de toque exato e frêmito.

Amo-te os braços juvenis que abraçam
Confiantes meu criminoso desvario
E as desveladas mãos, as mãos multiplicantes
Que em cardume acompanham o meu nadar sombrio.

Amo-te o colo pleno, onda de pluma e âmbar
Onda lenta e sozinha onde se exaure o mar
E onde é bom mergulhar até romper-me o sangue
E me afogar de amor e chorar e chorar.

Amo-te os grandes olhos sobre-humanos
Nos quais, mergulhador, sondo a escura voragem
Na ânsia de descobrir, nos mais fundos arcanos
Sob o oceano, oceanos; e além, a minha imagem.

Por isso - isso e ainda mais que a poesia não ousa
Quando depois de muito mar, de muito amor
Emergido de ti, ah, que silêncio pousa
Ah, que tristeza cai sobre o mergulhador!

El Buzo

Como, dentro del mar, liberamos, el pulpo
En el líquido a la luz de la luna a tientas la cosa por venir
Así que, en el aire, mis lentos y locos dedos
Caminan alrededor de tu cuerpo buscándote

Estás en un primer dulce plasma submarino
Flotando al gusto de las corrientes repentinas
Sustancia fría y cálida, extraña e íntima
Contenido irreal y tacto transparente

Entonces tu seno es infancia, aún duna
Lleno de comercio, hito espectral del istmo
Donde, la desnudez vestida sólo en la luna blanca
Iba a hundir mi triste cara

En él puse mi mano en la forma en que la puse en el niño
En otro pecho que recuerdo, también lleno
Pero no sé... el impulso de este está doliendo y asombra
El otro me dio vida, éste me asusta

Toco una por una las glándulas dulces en paquetes
Con la sensación que tuve cuando me sumergí los dedos
En la masa brillante y ferina de peces
Tomado por la borda en las grandes redes que crees

Y me pregunto... mujer, cómo se expande!
¡Qué inmenso eres! más grande que el mar, más grande que la infancia!
De tales coordenadas y horizontes tan grandes
¡Que tan inmerso en el amor eres una Atlántida!

Me viene con el deseo de matar toda la poesía en ti
Yo te tengo agarrado; sólo me miras; y oigo
Con tacto, mi sangre se acelera, mi arritmia
Eso hace que mi vil cuerpo quiera tu cuerpo joven

Y te amo, y te amo, y te amo, y te amo, y te amo
Cómo la bestia feroz ama, a morder, a la hembra
Como el mar hasta el acantilado donde lanzas loco
Y donde el rugido es flotado y el que siempre regresa

Te tengo y me entrego a ti válido e indisoluble
Buscando cada vez, entre todas esas energías
El inmo de tu ser, el vórtice absoluto
Donde pueda cosechar la gran flor de la oscuridad

Te amo pies largos, aún infantil y lento
En tu creación, te amo tiernas varas
Que suben en suaves espirales adolescentes
Y toque infinito, exacto y ansioso

Te amo los brazos jóvenes que abrazan
Confiar en mi error criminal
Y las manos desveladas, las manos multiplicadas
Que en la escuela acompañan mi natación oscura

Te amo vuelta completa, ola de plumas y ámbar
Ola lenta y sola donde el mar se agota
Y donde es bueno bucear hasta que mi sangre se rompe
Y ahogarse en el amor y llorar y llorar

Te amo los grandes ojos sobrehumanos
En el que, buzo, sonda vorage oscura
En el afán de descubrir, en el más profundo arcano
Bajo el océano, océanos, y más allá, mi imagen

Por lo tanto - esto y aún más para que la poesía no se atreve
Cuando después de mucho mar, mucho amor
Surgió de ti, oh, qué silencio aterriza
¡Oh, qué tristeza cae sobre el buzo!

Composição: Vinícius de Moraes