La Música No Se Toca

La Eternidad de la Música Según Alejandro Sanz

La canción "La Música No Se Toca" de Alejandro Sanz es una oda a la perdurabilidad y trascendencia de la música a través del tiempo. En ella, Sanz reflexiona sobre cómo, a pesar del paso de los años y los cambios en la sociedad, la música permanece como un elemento constante y eterno. La letra destaca que, aunque los momentos, los imperios y las guerras pasen, lo que queda son los versos y las canciones que se han grabado en la memoria colectiva y en los corazones de las personas.

El artista utiliza la música como metáfora de algo que no puede ser tocado o alterado por las circunstancias externas, sugiriendo que su esencia es inmune al paso del tiempo y a las vicisitudes de la vida. Esta idea se refuerza con la repetición del estribillo "La música no se toca", que actúa como un mantra a lo largo de la canción. Sanz también hace referencia a la tecnología y a cómo, a pesar de los avances y las modas pasajeras, la música sigue siendo un pilar fundamental en la vida de las personas.

En resumen, Alejandro Sanz celebra la música como una fuerza poderosa y emocional que sobrevive más allá de nuestra existencia física. La canción es un recordatorio de que, aunque todo lo demás cambie o desaparezca, la música seguirá siendo un legado imperecedero que nos une a todos. Es un tributo a la capacidad de la música para evocar emociones y crear recuerdos que perduran a lo largo de las generaciones.