Lua, Lua, Lua, Lua

El Silencio Iluminado de Caetano Veloso

La canción 'Lua, Lua, Lua, Lua' de Caetano Veloso es una pieza lírica que, a través de su aparente simplicidad, invita a una reflexión profunda sobre la relación entre el arte y la naturaleza. La repetición del término 'lua' (luna en portugués) sugiere una fascinación con este cuerpo celeste, un elemento común en la poesía y la música por su belleza y misterio. Sin embargo, Veloso rompe con la expectativa al afirmar que su canto no tiene nada que ver con la luna, lo que podría interpretarse como una declaración de la autonomía del arte frente a los clichés de la inspiración natural.

El verso 'Por um momento meu canto contigo compactua' puede entenderse como un reconocimiento de que, aunque momentáneamente su música pueda estar en armonía con la luna, es una coincidencia pasajera y no una conexión intrínseca. La mención del viento que 'canta-se' y se estanca en el tiempo, podría simbolizar la efímera existencia de la música y cómo esta se detiene en un instante, a pesar de su naturaleza transitoria. La repetición de 'branca' (blanca) refuerza la imagen de la luna y la asociación con la pureza y la quietud.

La frase 'A minha, nossa voz atua sendo silêncio' es particularmente poderosa, sugiriendo que la voz del artista y la del oyente actúan en el silencio, quizás indicando que la verdadera comunicación y comprensión entre ellos trasciende las palabras y las notas. En este sentido, Veloso podría estar explorando la idea de que la música, en su esencia más pura, es una forma de silencio que habla, una paradoja que captura la complejidad de la expresión artística.