Lágrimas de Mármol

Reflexiones de un superviviente: Joaquín Sabina y sus 'Lágrimas de Mármol'

La canción 'Lágrimas de Mármol' de Joaquín Sabina es una introspección poética que aborda temas como el paso del tiempo, la aceptación de la mortalidad y la resiliencia ante las adversidades de la vida. La letra refleja una mirada retrospectiva y melancólica, donde el tren de ayer que se aleja simboliza los momentos y oportunidades que han pasado y no volverán. Sabina utiliza la metáfora del observatorio de su casa para describir su posición de observador de la vida, distanciado de la fiesta que antes era parte integral de su existencia.

El estribillo 'Superviviente, sí, ¡maldita sea!' es un grito de afirmación de la vida y de la capacidad de Sabina para seguir adelante a pesar de los desafíos. Las 'lágrimas de mármol' sugieren una fortaleza emocional, una resistencia que perdura más allá del dolor y la tristeza. La canción también toca la humildad y la humanidad del artista, quien reconoce que el dolor de perder a un amigo le afecta más que su propia mortalidad. La referencia al ictus indica un evento que le hizo reconsiderar su vida y su legado.

En resumen, 'Lágrimas de Mármol' es una reflexión sobre la vejez, la amistad y la muerte, pero también sobre la celebración de la vida y la música como un acto de supervivencia y resistencia. Joaquín Sabina, conocido por su habilidad para tejer la poesía en la música, ofrece en esta canción un testimonio de su experiencia y su filosofía de vida, marcada por la aceptación y la lucha constante.