Numa Sala de Reboco

Amor y Baile en la Sencillez del Reboco

La canción 'Numa Sala de Reboco' interpretada por Luiz Gonzaga, uno de los grandes exponentes de la música popular brasileña y conocido como el 'Rey del Baião', es una oda a la simplicidad y la alegría de vivir momentos de amor y diversión. La letra describe el deseo del narrador de pasar todo el tiempo posible bailando con su amada en una 'sala de reboco', un espacio humilde y sencillo, típico del interior de Brasil, donde las paredes están hechas de una mezcla de arena, cal y cemento. Este escenario representa la autenticidad y la conexión con las raíces culturales del nordeste brasileño.

El 'benzinho' o querido(a) del narrador es el centro de su universo, y el acto de bailar juntos en la sala de reboco se convierte en una metáfora de su amor y compromiso. La música, con el sonido del acordeón ('fole') de fondo, es el vehículo para la expresión de sus sentimientos y el fortalecimiento de su relación. La repetición de la frase 'Todo tempo quanto houver pra mim é pouco' refuerza la idea de que el tiempo nunca es suficiente cuando se está disfrutando de la compañía del ser amado.

La canción también toca la tristeza de la separación al amanecer, deseando que el tiempo juntos fuera ininterrumpido. La comparación con 'dos sanguessugas' es una imagen poderosa que ilustra el deseo de estar constantemente unidos, sin las interrupciones que la vida cotidiana impone. En resumen, 'Numa Sala de Reboco' es un tributo a la pasión y la alegría que se encuentran en los placeres simples de la vida, como el baile y el amor, en un contexto cultural rico y vibrante.