Ponto de Nanã

La espiritualidad yoruba en 'Ponto de Nanã' de Mariene de Castro

La canción 'Ponto de Nanã' interpretada por Mariene de Castro es un homenaje a la rica tradición de la religión yoruba y, en particular, a la deidad Nanã, la diosa de las aguas y la lluvia, considerada una de las más antiguas del panteón yoruba. La letra refleja elementos típicos de los rituales y festividades afrobrasileñas, donde la música y la danza son componentes esenciales para la conexión con lo divino.

La mención de Oxumarê, que en la mitología yoruba es el orixá del arcoíris y la serpiente, simboliza la transformación y la renovación. Los 'barajás' pueden interpretarse como collares sagrados, que son parte de los atributos de los orixás. El 'mugunzá', un plato tradicional brasileño, se ofrece aquí como alimento sagrado en la festividad de Nanã. El 'ibiri', un cetro ritual adornado con cintas y caracoles, es otro elemento litúrgico que se utiliza para invocar a la deidad.

La canción también evoca la danza 'ijexá', un ritmo lento y ceremonial, y menciona a la Senhora da Candelária, que podría ser una referencia a la sincretización de Nanã con santos católicos, como Nuestra Señora de la Candelaria. La mención de la 'nación yorubá' refuerza la conexión con las raíces africanas y la diáspora en Brasil. Mariene de Castro, conocida por su profundo respeto y representación de la música de candomblé, logra transmitir en 'Ponto de Nanã' una atmósfera de reverencia y espiritualidad.