Garoto de Aluguel

La Cruda Realidad de un 'Garoto de Aluguel'

La canción 'Garoto de Aluguel' de Zé Ramalho, lanzada en la década de los 80, es una obra que sumerge al oyente en la vida de un hombre que se prostituye, ofreciendo una mirada cruda y sin adornos a una realidad que a menudo es ignorada o estigmatizada. La letra de la canción es un diálogo directo y descarnado con una 'baby', una mujer que paga por sus servicios. El protagonista le pide dinero y su reloj, no solo como pago sino también como una forma de medir el tiempo que le tomará olvidarla, sugiriendo que hay un costo emocional en su trabajo que va más allá de lo financiero.

El estribillo 'Oh! Oh! Oh!' puede interpretarse como un lamento, una expresión de la desesperanza y vacío que siente el protagonista. A través de la repetición de estas exclamaciones, Zé Ramalho transmite la monotonía y la despersonalización inherentes a la vida de un 'garoto de aluguel' (chico de alquiler). La canción también aborda la desigualdad social y la explotación, con el protagonista describiéndose a sí mismo como marginal y su profesión como 'sucia y vulgar', lo que refleja el juicio social y la falta de opciones que enfrentan muchas personas en situaciones similares.

La obra de Zé Ramalho es conocida por su habilidad para contar historias y por su crítica social, y 'Garoto de Aluguel' no es una excepción. La canción desafía al oyente a considerar las circunstancias que llevan a alguien a vender su cuerpo y su tiempo, y las consecuencias emocionales que esto conlleva. La narrativa termina con una imagen poderosa: la mujer se va llorando mientras el hombre sonríe, una inversión de poder que sugiere que, a pesar de todo, el protagonista mantiene cierto control sobre su destino.