Devagar, Devagarinho

La sabiduría de la paciencia en 'Devagar, Devagarinho' de Martinho da Vila

La canción 'Devagar, Devagarinho', interpretada por el icónico sambista brasileño Martinho da Vila, es un himno a la paciencia y a la importancia de tomar la vida con calma. La repetición del estribillo 'É devagar, é devagar, devagarinho' que significa 'Es despacio, es despacio, despacito', subraya la idea de que avanzar lentamente es la clave para alcanzar los objetivos sin tropezar.

La letra utiliza una serie de metáforas para ilustrar las consecuencias de la prisa y la impaciencia. Por ejemplo, menciona a alguien que, al intentar abarcar el mundo rápidamente, termina cayendo y mirando al cielo con ganas de llorar. Este verso sugiere que la ambición desmedida y la prisa pueden llevar al fracaso y a la frustración. Por otro lado, el narrador se identifica como alguien a quien siempre han considerado lento, pero que, a su propio ritmo, ha sido capaz de sortear obstáculos y seguir adelante con confianza en su destino.

Martinho da Vila es conocido por sus letras que reflejan la cultura y el día a día del pueblo brasileño, y 'Devagar, Devagarinho' no es una excepción. La canción no solo es un consejo para la vida personal, sino que también puede interpretarse como una crítica sutil a la sociedad moderna, donde todo se mueve rápidamente y el estrés es una constante. La samba, con su ritmo contagioso pero a la vez relajado, es el vehículo perfecto para transmitir este mensaje de tranquilidad y perseverancia.